Escrito Por: Katherine Giraldo
Las metas que te fijas en la vida, y los sueños que deseas se hagan realidad, deberían ser el reflejo de aquello en lo que te quieres convertir.
Por lo tanto, es indispensable que te preguntes a ti mismo si las metas que tienes en este momento, se encuentran o no, ligadas a tus valores personales.
Todos tenemos ciertos valores, hemos discutido profundamente el Desarrollo De Valores Personales en este blog, por lo que ya deberías tener tus propios 😉
Generalmente, si tus metas, sueños, objetivos y deseos se encuentran ligados a tus valores, en el momento en que se manifiestan como una realidad en tu vida, entras en una frecuencia de felicidad y armonía con todo cuanto te rodea.
Sin embargo, si tus sueños van en contra de tu Sistema de Valores, en principio podrías sentirte vacío y con felicidad y alegría incierta, la insatisfacción es inevitable.
Es muy diferente que dos personas consigan la misma cantidad de dinero (digamos, $1 millón de dólares) pero uno lo haga robando, y el otro, con una empresa propia. Al final del día, uno atenta contra su sistema de valores, el otro lo satisface y se hace feliz en el camino.
Es por esto que hay gente rica pero infeliz (y cabe destacar, que esa gente NO es ni remotamente la mayoría, es una pequeña minoría, pero son de los que más hablan los pobres para justificar su pobreza). Simplemente si se busca crear riqueza en contra de los propios principios y valores, el sentirse vacío será una consecuencia totalmente natural.
Esto también aplica no sólo para aquellas metas que finalmente logramos, sino en las que nos encontramos actuando por el momento.
Por lo tanto, si un empleado considera subconscientemente que hacer rico a otro y trabajar sin tener tiempo para su familia va en contra de sus valores, se sentirá vacío, como que algo le faltara, y tendrá incertidumbre de logro. Su autoestima bajará y por lo tanto su rendimiento y productividad.
Esto le pasa a la gran mayoría de empleados, porque sencillamente sus valores van por otro camino.
Si en este momento tienes algún sentimiento de incompletitud, empieza por analizar cuáles son tus valores y si lo que haces hoy día, alimenta y fortalece esos valores, o los ataca y debilita.
Analiza especialmente los resultados que quieres lograr. ¿Ves algo que pueda alterar tu compromiso de mantener en alto tus valores? Es importante que si la respuesta es “SI”, tomes la decisión de controlar tu vida, y cambiar aquello que no te gusta o que no te sirve.
Todos queremos sentirnos felices y plenos psicológicamente al cumplir nuestros sueños. ¿De qué sirve perseguir los sueños si finalmente nos damos cuenta que no eran precisamente “nuestros”?
Cuando tengas dudas sobre lo que debes hacer o dejar de hacer, permítele a tu voz interna expresarse. Si tienes un empleo, y no te hace feliz, escucha tu intuición y pregúntate cómo te sientes actualmente. Pregúntate también si te verías haciendo otra cosa, o si te gustaría un camino mucho más ameno.
No importa si por ahora no sabes cómo tomar acción, cómo dejar el empleo, cómo terminar esa dura relación de pareja que con contribuye a tu felicidad… etc. Simplemente decide, y alinéate íntimamente con tus valores.
Las circunstancias actuales de tu vida, han sido creadas exacta y concretamente por las decisiones que has tomado. Y el futuro que estarás viviendo dentro de algún tiempo, será el resultado de lo que decidas hoy.
Decide bien 😉