Escrito Por: Katherine Giraldo
Cuando una infidelidad ocurre en una relación de pareja, la reacción más común y precipitada es echarle toda la culpa a la persona que lo hizo, haciéndose la otra al papel de víctima y mártir en la escena.
Sin embargo, hoy quisiera que aclararas tu mente un poco para comprender lo que tengo para decirte.
A lo mejor, fuiste tú el causante de la infidelidad de tu pareja… Te diré por qué.
No se necesitan pensamientos abstractos para entender la ley de atracción. Simplemente si te enfocas mucho en algo, lo más probable es que eso llegue a tu vida de alguna manera.
Por ejemplo, ¿Alguna vez te ha pasado que piensas todo el día en que tienes que llamar a una persona porque hace tiempo que no sabes de ella, y resulta que en la noche, esa persona se aparece en tu casa como si hubiera leído tus pensamientos?
Es como si se hubieran comunicado telepáticamente para saber que necesitaban verse.
Otro ejemplo, ¿Alguna vez has estado con muchas ganas de comer algo, y resulta que justo ese día, o al otro día, alguien llega a tu casa para ofrecerte eso que quisiste comer, o resulta una oportunidad de otra forma para comer eso en lo que estabas pensando?
Son cosas que pueden parecer curiosas, pero que son el claro ejemplo de lo que tus pensamientos y tu atracción pueden lograr en tu vida.
Obviamente en algunas áreas, y para algunos objetivos, pues la ley de atracción no es algo tan simple y fácil, sino que requiere de muchos más días de enfoque, y también de acción de tu parte para hacer realidad el sueño.
El caso es que esto mismo, se aplica a las relaciones de pareja, y puede interferir en situaciones como la infidelidad o demás.
Entonces, la manera en que tú puedes convertirte en el causante de que tu pareja te sea infiel, es por medio de la atracción de tus pensamientos.
Si todo el día te la pasas pensando que tu esposo o esposa te es infiel mientras está fuera de casa, tarde o temprano eso va a suceder, porque llevas tiempo diseñándolo en tu cabeza para formarlo en la realidad.
De hecho, estoy segura que tus pensamientos van mucho más allá, al punto de sentirte como te sentirías si eso realmente pasara. O al punto de imaginarte con lujo de detalles lo que le dirías o harías cuando si te dieras cuenta de que eso sucede.
O sea, no sólo pensarías en que tu pareja fuera infiel, sino que hasta tus sentimientos se alinearían a ello, recreando todo el escenario en un momento como ese.
Por lo tanto, lo que en realidad estarías logrando, es imaginarte cada día con más fuerza esa realidad, lo cual terminaría inevitablemente por atraerse hacia ti.
De hecho, otra razón por lo cual esto es cierto, es que cuando vives con miedo de que tu pareja te sea infiel, siempre mantendrás revisándole sus cosas a escondidas, o siguiéndolo en la calle, o celándolo con sus amigas, etc.
Al punto en que con esta situación, tu pareja se cansará y sentirá el deseo inconsciente de que tus temores se hagan realidad.
Como una vez escuché a alguien decir: “Si me va a molestar con sus celos, entonces le voy a dar motivos para que moleste por algo cierto”.
De esta manera, podemos decir que una persona al estar tan preocupada y enfocada en que su pareja le será infiel, y sobre todo al demostrar su miedo con sus acciones de desconfianza y con su intranquilidad, termina atrayendo exactamente esa realidad para su vida, cuando probablemente en principio a la otra persona nunca se le pasó por la cabeza hacer tal cosa.
Entonces, ten mucho cuidado con lo que piensas y sientes acerca de tu pareja, porque tus miedo pueden hacerse realidad por culpa de tus pensamientos.
Antes de señalar al otro, señálate y examínate a ti mismo, a tus pensamientos, actitudes y acciones… A lo mejor ahí en tu interior, encontrarás la raíz de tu desgracia.