Escrito Por: Katherine Giraldo
A veces no se necesitan de grandes acontecimientos para que nuestra vida cambie por completo. Basta con pequeños impactos que alteren nuestra forma de ser y nos permitan ser mejor y vivir mejor.
En este artículo, quisiera compartirte rápidamente tres pequeños hábitos que puedes aplicar en tu vida en 2 minutos y con ello, vivir mejor siempre.
Cuando sientas ganas de juzgar o criticar a alguien porque esté haciendo algo que a ti te parezca indebido, trata de morderte un poco la lengua para que no vayas a soltar palabras que puedan herir de alguna manera a esa persona.
Antes de juzgar o criticar, tómate unos minutos o segundos para analizar cómo se sentiría esa persona con tus palabras y con lo que piensas decirle. Si notas que puede sentirse mal de una u otra manera, entonces detente y no digas nada.
Más bien, piensa en reemplazar lo que tienes para decir pero que trasmita el mismo mensaje. Di algo como: “Tú eres libre de ser como quieras ser, y si quieres mi opinión, yo en tu caso haría -tal cosa- en vez de eso”.
La idea no es que dejes de ser asertivo al expresar tu opinión, ni que intentes pensar diferente por encajar en la forma de ser de alguien más. Lo único que debes tener en cuenta es no herir los sentimientos del otro, ni tratar de manipularlo para que haga lo que a ti te parece bien.
Así que bueno, ya sabes que cuando un crítica quiera salir de tu boca, apriétate un poco la lengua así te duela, y piensa bien lo que vas a decir. Esto al largo plazo puede hacer que tus relaciones interpersonales sean mucho mejores para ti y para los demás.
Esta es una recomendación que normalmente hago a las parejas para que no caigan en una vida llena de rutina y de los mismos acontecimientos.
A lo mejor en pareja es un poco difícil de implementar porque debes contar con los gustos del otro, pero contigo mismo puede ser un poco más relajado.
Simplemente haz algo nuevo cada día. Si por ejemplo a diario debes tomar una ruta para ir a tu escuela o trabajo, intenta irte por calles diferentes, o por andenes (aceras) diferentes, no sólo conocerás cosas nuevas sino que también dejará tu mente de percibir el camino como una aburridora rutina.
En el almuerzo, intenta probar cosas nuevas, sobre todo si tú mismo cocinas. Puede ser que si siempre haces una ensalada con salsa rosada, la pruebes un día con salsa de tomate o con salsa de ajo. Si no te gusta, pues será finalmente divertido y nadie se enojará contigo por arruinar la cena 😛
Tener este hábito te permitirá mantener una relación fresca contigo mismo y que haya más diversión entre la persona que llevas dentro y tú. En serio, no hay nada qué perder porque tú te conoces mejor que nadie 😉
No sé si conoces alguna, pero yo conozco muchas personas amargadas y que parece que todo fuera aburrido y malo para ellas.
Normalmente, las personas así, mantienen con mala cara, con el ánimo por el piso, criticando todo en la vida y dejando las sonrisas y la alegría de lado.
Tú no deberías caer en la misma trampa de amargar tu existencia y la de otros por no ser capaz de disfrutar los pequeños detalles del mundo que te rodea. La clave para diferenciar tu vida de la de este tipo de personas, es que te regales algo de tiempo a ti mismo, a tu propia compañía, a consentirte, a mimarte, a complacerte en hacer lo que te gusta aunque a los demás les parezca loco.
Si no tienes tiempo para ti, ¿Cómo podrías disfrutar la vida en su máximo potencial?
Finalmente, hasta el último día de tu vida quien siempre estará contigo, eres tú mismo. Al menos, es quien está garantizado.
Te aseguro que aplicando estos tres 3 sencillos hábitos en tu vida, cambiará tu manera de ver el mundo y de disfrutar el tiempo que pases en él. Así que es pero que te lo goces, y que al final del camino puedas sonreír de oreja a oreja porque valió la pena el viaje 🙂