Escrito Por: Katherine Giraldo
La salud emocional, simplemente consiste en estar internamente bien, en tener sentimientos mayoritariamente positivos y beneficiosos para la armonía, la plenitud, la felicidad y el bienestar en todo momento.
Ya he escrito en dos ocasiones, algunas ideas para tener control emocional, debido a la importancia de éste tema para todas las personas.
Si emocionalmente estás mal, tu vida estará mal, y probablemente todo lo que hagas, terminará con un fin indeseado.
Por el contrario, si emocionalmente estás bien, sin duda alguna tu vida estará bien, aparte de saludable.
En especial, con éste artículo sobre la salud emocional, quiero que entiendas justamente el grado de magnitud en el que afectan tus emociones, al rumbo de vida que estés llevando y a la forma en que estés viviendo.
Hace ya bastante tiempo, escribí otro artículo donde hablo exactamente de la forma en que podemos liberar nuestro corazón de las emociones negativas. Y el objetivo de ese artículo, no sólo era enseñar la manera de liberarse, sino también dar a conocer los síntomas de vivir con emociones negativas.
Estrés, aceleración del ritmo cardíaco y respiratorio, contracción del diafragma, la deficiencia de las glándulas sudoríparas para termorregular el cuerpo, y muchos otros más síntomas, son los que aparecen cuando guardamos emociones desagradables en nuestro ser.
Imagínate… No sólo es que te sientas mal, sino que le estás haciendo daño a tu cuerpo si no aprendes a controlarte emocionalmente y a mantener bien aún en las más difíciles situaciones.
La salud no sólo depende de una buena alimentación, ni de hacer ejercicio diariamente, ni de evitar las sustancias alucinógenas y todo esto. También requiere un buen mantenimiento de nuestro ser interior, de las emociones que albergamos en nuestra mente y cerebro.
Y no se trata de dejar de sentir dolor, o ira, o tristeza cuando todo esto aparece naturalmente en alguna situación… Se trata de controlarse, de ser capaz de pensar y de reflexionar, de regular los niveles de estrés y proveer claridad a la mente para analizar las cosas con calma.
Así que, si todo este tiempo has estado cuidando de tu salud física con ejercicio, buena alimentación, buenos hábitos de vida, placenteras relaciones sexuales y demás… Déjame felicitarte 🙂
Sin embargo ahora, es momento de que prestes el mismo grado de atención, a tu salud emocional, y que te ocupes de mantenerte sano y limpio en tu interior para que logres aún más plenitud y satisfacción de la que probablemente estés sintiendo.