Escrito Por: Katherine Giraldo
¿Cuántas cosas crees merecer en este momento?, ¿Cómo “mereces” que te trate la gente y por qué debe ser de esa manera?
Realmente, el tema del merecimiento, siempre me ha parecido uno muy particular.
Todos decimos merecer respeto, atención, calidad de vida, buenos momentos, buen trato, y muchas otras cosas que simplemente nos hagan sentir bien.
Por ejemplo los padres, exigen a sus hijos respeto porque al ser justamente padres, lo merecen.
También hay quienes dicen que cuando nuestros padres son viejos, merecen nuestro cuidado y sostenimiento, ya que ellos no pueden cuidarse por sí solos.
Y bueno, en este tema en especial no sólo entra en juego el tema del merecimiento, sino que también debemos tener en cuenta las leyes de cada país para hablar de ello. Así que, sólo era un ejemplo.
El caso es que desde hace algún tiempo, yo me puse a pensar sobre este tema, y determiné de forma personal que el merecimiento sólo se logra por medio de tres pilares.
Y antes de empezar, quiero aclarar que el simple hecho de ser humanos, o de tener una etiqueta social ante los demás, no hace parte de ninguno de esos pilares.
Sabiendo esto, quienes con aquellos que estén dispuestos a continuar, podemos pasar a hablar del primer pilar.
Este es mi pilar favorito. El lema principal, es que sólo se merece algo cuando hay esfuerzo de por medio.
Pongamos el ejemplo de un graduado universitario.
Una persona no se gradúa de la Universidad tan sólo por ir a ocupar una silla, y dormir en todas las horas de clases.
Quienes se graduan, deben estudiar ardua y disciplinadamente en cada tema que debe aprender, para obtener el título que está buscando.
Ellos deben esforzarse por varios años, para un día ganarse y merecerse el diploma que los certifique como expertos en algún tema.
Lo mismo pasa por ejemplo con quienes practican el deporte del atletismo.
El primer lugar en la meta no se lo gana quien se quedó sentado mirando cómo todos corrían hacia la cinta de llegada. Ni tampoco se lo gano quien simplemente caminó despacio desde la salida hasta su meta.
El premio mayor se lo lleva quien más se esfuerce por correr rápido y por adelantar a todos los demás en la carrera para ser el primero.
Obviamente no sólo es correr, también habrá muchas cosas que debe saber el deportista que le ayuden a llegar a su meta… Lo importante es que en cualquier caso, Hay Esfuerzo.
Así que, el primer pilar lo único que nos dice es que las personas que se merecen algo, son aquellas que se han esforzado por conseguir justamente eso que quieren merecer.
Otro pilar a tener en cuenta a la hora de querer merecernos algo, es el Conocimiento.
Con el esfuerzo, lo más normal es que venga un conocimiento de por medio, y este es otro motivo por el cual se puede merecer lo que se desea merecer.
Por ejemplo una persona que haya estudiado para ser docente, y que se haya graduado en la carrera de licenciatura así no esté ejerciendo su título, merece ser reconocido como alguien que sabe del tema y que tiene la capacidad de enseñar a otros.
En un caso hipotético, si nosotros necesitaramos la asesoría de alguien con conocimientos en licenciatura y con el conocimiento para ser docente, aparte del dominio en el tema que estudió, pues la persona que cumpla con todo eso simplemente Merece nuestra atención, porque nos va a hablar algo que realmente nos va a servir.
Alguien que quiera venir a explicarnos eso mismo que necesitamos saber, pero que no sepa nada de licenciatura, ni de ser maestro, ni del tema que queremos aprender o del cual necesitamos resolver una duda, pues realmente no merece nuestra atención, porque claramente no está capacitado ni tiene los conocimientos necesarios para ayudarnos.
Y mira lo importante de esto. No es que simplemente cualquiera que se conseguió un título profesional comprado o algo así, y que realmente no sabe de lo que habla, merezca nuestra atención por el sólo hecho de tener el título. Debe haber conocimiento, y junto con el punto anterior, debe haber un previo esfuerzo por aprender lo que ahora sabe.
Finalmente, el punto que concluye mi lista respecto a los pilares necesarios para merecerse algo, es el de La Experiencia.
Siguiendo la misma cadena de esfuerzo y de conocimiento, llegamos al punto de la experiencia.
Alguien que sea justamente experto en algo, que lleve mucho tiempo practicando alguna determinada actividad y que se mueva en algún campo de conocimiento (por ejemplo la medicina, o la veterinaria, etc.), tiene el merecimiento de que se le preste atención y se le respete su autoridad frente al tema en el cual es experto.
Y bueno, realmente este punto se presta para algunas confusiones.
Por ejemplo, hablemos de las personas pesimistas y negativas ante la vida.
Ella aseguran que la vida es dura, que hay que sufrir para aprender, que a veces uno no cuenta con la suerte de cumplir los sueños, etc.
Y la manera de justificar esto, es por medio de la supuesta experiencia que tienen debido a sus años de vida.
Pero claro, como dije en un artículo anterior: La edad no es sinónimo de experiencia.
Piénsalo bien… Una persona con 50 años, que siempre estudió aviación, ¿Tiene algo de experiencia haciendo cirugías?
¡Claro que no!
Por más que tenga todos los años del mundo, NO tiene experiencia en aquello que no haya estudiado, por lo cual no se haya esforzado y que no conozca por completo.
Así que la edad no significa ni remotamente experiencia, y esto es importantísimo de entender.
Y volviendo al ejemplo de las personas negativas, ellas dicen que la vida es dura porque los ha atropellado muchas veces y han tenido que sufrir. Entonces casi que lo obligan a uno a prestarle atención en sus consejos.
Sin embargo, lo que ellos no tienen en cuenta, es que la vida tiene muchas formas de vivirla.
Una persona que se esforzó por conseguir abundancia y por alcanzar la riqueza, jamás diría que es imposible tener dinero y tener mucho más que el suficiente para vivir bien, ¿O sí?
Mientras que alguien que no hizo nada para tener riqueza financiera, se jacta diciendo que uno nace “o con estrella o estrellado”, y que la riqueza es cuestión de suerte, etc. Y por tanto, por no haberse esforzado y por no haber adquirido el conocimiento acerca de la riqueza (en este caso), NO merece nuestra atención al querer hablar de dinero y de calidad de vida.
Lo mismo pasa con aquellos que dicen cosas como: “Uff, ser abogado es muy duro, eso es horrible estudiar esa carrera, es mucho mejor ser doctor”, y que jamán han estudiado la carrera de derecho.
O sea, si no estudiaron derecho y no saben lo que significa ser abogado, ¿Por qué merecerían que le prestaramos atención en algo tan subjetivo y de lo que no tienen conocimiento? Simplemente, no lo merecen.
Así que, tan sólo si existe esfuerzo, conocimiento y/o experiencia, alguien merece reconocimiento, respeto o el título que se haya ganado respecto a lo que a hecho.
De esta manera ya sabrás cuanto tú mismo merezcas algo, o cuando alguien otro merezca algo de tu parte 😉