Escrito Por: Katherine Giraldo
Has escuchado la palabra “Compromiso“, ¿Verdad?
¿Alguna vez has estado comprometido en algo?, ¿Has adquirido compromisos contigo mismo y para toda tu vida?, ¿Te has comprometido con otros?, ¿Verdaderamente has cumplido tus compromisos?… O, ¿Has estado simplemente Involucrado?
Muchas personas, confunden la palabra “Compromiso” con “Estar involucrado”.
Nuestros padres, comúnmente nos han dicho que a medida que crecemos, crecen también nuestras responsabilidades y compromisos… E interpretamos esto, como que “comprometerse es simplemente hacer parte de algo, participar en”.
Por eso ahora, es normal pensar que en todo estamos comprometidos, que estamos haciéndolo bien, que somos grandes responsables porque cumplimos con lo que nos dicen que tenemos que hacer, bla bla bla. Pero en realidad, ESTO NO ES COMPROMISO.
Comprometerse es Dedicarse sin Reservas. Es “Vivir por”, “Luchar por” y “Morir por”… Esto te lo explicaré con detalle cuando estemos en los Pilares del Compromiso.
Te voy a poner un ejemplo: El profesor dice que deben formar grupos de 4 estudiantes para realizar una tarea. Pepito se hace con Juanita, con Perlita y con Pablito.
Juanita, se esmera en acercar a sus compañeros para poder debatir el trabajo y entregarlo con alta calidad en la resolución del problema; por su lado, Pablito y Pepito se reúnen y aprovechan el momento para hablar de sus múltiples relaciones amorosas, de su serie anime favorita y del partido del día anterior que estuvo buenísimo. ¿Perlita? Bueno, ella también es participe por momentos de la conversación y al tiempo ayuda a escribir las ideas de Juanita en la hoja de papel.
Al final, son el grupo que ha entregado el mejor trabajo de la clase, y son felicitados por todos.
Ahora, la pregunta es: ¿Quién o quiénes estuvieron Comprometidos en realizar un buen trabajo, y quién o quiénes estuvieron Involucrados en este proyecto?
Bastante fácil. Juanita se comprometió desde el principio, porque simplemente entregó su tiempo para hacer lo que se le pedía hacer y aún con mayor calidad que los demás, porque no le importó dejar de hablar con su mejor amiga y enfocarse en realizar el tedioso trabajo por ella y sus tres compañeros para obtener el resultado que quería.
Pablito, Pepito y Perlita… Ellos solamente ayudaron en hacer parte de la cantidad de personas que el trabajo requería, todo el tiempo estuvieron involucrados porque hasta sus nombres quedaron en alto al final, cuando se supo que había sido el mejor trabajo. Nunca dejaron de hacer lo que más les gustaba hacer (hablar) para ayudar a Juanita; simplemente siguieron el rumbo de su vida sin esfuerzo ni interés.
Bueno, si eres o has sido estudiante, a lo mejor hayas hecho parte de un escenario parecido en el pasado; sería bueno que recordaras si en realidad estuviste comprometido, o fuiste de los lindos involucrados 🙂
¿Ahora entiendes la diferencia? Bueno, si no ha quedado claro aún… Te daré un ejemplo mucho más común para explicartelo.
Imagina que es temprano en la mañana, que el clima está un poco frío y que tú estás en casa comiendo un suculento desayuno de huevos, tocino y jugo natural.
Bien, ya lo imaginaste, ahora analicemos lo que tenemos sobre tu plato de desayuno. El huevo y el tocino, ciertamente provienen de dos animales diferentes: La gallina y el cerdo.
¿Cuál es el animal comprometido y cuál es el animal involucrado?
Espero que hayas acertado en tu respuesta: La gallina está Involucrada y el cerdo está Comprometido.
¿Por qué? Porque la gallina entrega huevos siempre (mientras viva y pueda hacerlo), hace un trabajo que es absolutamente fácil y simple para ella, sigue un proceso de producción del huevo que naturalmente conoce y practica todos los días.
El cerdo entrega Su Vida para dar el resultado, él simplemente no tiene nada más para dar que su propia piel, que su cuerpo, que su ser. Y si hablamos de que la mamá cerdito tiene bebés cerditos, estos simplemente correrán con la misma suerte y terminarán cumpliendo su objetivo: Morir para ser el más delicioso tocino en los desayunos y comidas.
Listo, ahora sí creo que te quedó claro.
Bueno, entonces sabiendo con estos ejemplos lo que significa y representa el estar Comprometido y el estar Involucrado, es momento de que conozcas los Pilares de Compromiso, que son finalmente los que te darán las pautas necesarias para identificar en tu vida si verdaderamente estás comprometido en cada área, o si solamente eres uno de los participantes de relleno en tus propios escenarios.
Este pilar, representa la creación de las condiciones necesarias para cumplir con aquello en lo que nos hemos comprometido. Este es el “Vivir por”.
Es decir, si te comprometiste o si estás comprometido con algo, entonces te has encargado de crear la manera más armoniosa, eficiente y eficaz de cumplir con tu compromiso.
De lo contrario, si te has dicho “estar comprometido” y has tenido problemas y disgustos en ello, porque simplemente tienes pereza de esforzarte en hacer los ajustes necesarios para cumplir con ese compromiso, entonces eres un involucrado más.
Mejor dicho, pondré como ejemplo el Matrimonio, para cada uno de los pilares, y así me entenderás mejor.
Cuando pasas de tener un simple noviazgo o una amorosa amistad con una persona, a adquirir un compromiso serio con ella y contigo mismo de hacer que esa relación se mantenga firme todos los días y crezca como una familia, entonces debes crear nuevas condiciones que les permita cumplir con ese compromiso.
Algunos involucrados en una relación, dicen cosas como: Es que tú me conociste fiestero, tomador de licor y jugador con mis amigos; y si me aceptaste así, ahora no puedes esperar que cambie.
Y claro, nadie niega que fue así, nadie niega que de novios iban a bailar, a tomar y cada cual vivía su vida. Pero es que antes no había un compromiso, y ahora sí lo hay por voluntad de los dos; y ese compromiso requiere cambios, requiere la Creación de Condiciones, porque de lo contrario, simplemente se estaría involucrado.
Ahora, quiero que te preguntes: ¿Qué condiciones has creado para cumplir con los compromisos adquiridos en cada área de tu vida?, ¿Acaso te sientes mal creando las condiciones que te ayuden a cumplir con tus compromisos?, y de ser así, ¿Entonces qué te impulsó a comprometerte, y sobre todo, a seguir comprometido?
Yo no digo que sea fácil cumplir con un compromiso, no digo que todas las veces sea simple lo que tengamos que hacer para que funcione. Ciertamente el cumplimiento de un compromiso requiere Esfuerzo, requiere de nuestra persistencia y trabajo enfocado para hacerlo bien. Esto es “Luchar por”.
Y algo cierto, es que ese esfuerzo que debamos imprimir a nuestras acciones para cumplir con nuestro compromiso, no puede hacernos sentir fastidiados o malhumorados, porque si así nos sentimos, entonces estamos escogiendo compromisos que realmente no queremos tener en nuestra vida de corazón.
Tus compromisos no pueden más que hacerte feliz, porque simplemente eres autónomo de escogerlos y de llevarlos a cabo.
Volviendo al ejemplo del matrimonio, podemos decir que el esfuerzo se ve plasmado en momentos difíciles que se atraviesen como pareja. Si a la primer discusión cada uno sale corriendo sin decir una palabra y lleno de orgullo para no volver a poner claras las cosas y a dialogar, entonces el compromiso hasta ahí llega.
Y por otro lado, si solamente se ocupan de esforzarse cuando están mal, en vez de esforzarse cada día para estar bien y para mantener esa armonía de pareja, entonces lo más probable es que un día se cansen, se les acabe el amor y cada uno tome su camino sin recordar siquiera el compromiso hecho anteriormente.
Y bien, es momento de que te preguntes: ¿De qué manera te estás esforzando para cumplir los compromisos que has adquirido en cada área de tu vida?, ¿Ha sido ese esfuerzo un total martirio para ti, o por el contrario ha sido satisfactorio seguir actuando cada día en pro de los resultados que deseas con el compromiso que un día adquiriste?
Como te digo… Un compromiso lo adquirimos en nuestra vida, cuando realmente nos sentimos felices actuando por él, cuando podríamos dar hasta nuestra vida por llevarlo hasta el final.
Renunciar significa dejar de lado lo que no aporte crecimiento y ayuda al cumplimiento de tu compromiso, significa modificar tus hábitos o costumbres, para poder ser acorde en lo que debes hacer para cumplir aquello en lo que te comprometiste. Esto es “Morir por”.
Por ejemplo, volviendo al ejemplo del matrimonio… Vamos a modificarlo un poco, diciendo que ya no sólo eres casado, sino que también eres padre.
Tu compromiso con tu matrimonio, ahora pasó a ser también un compromiso con tus hijos.
Si un día tu hijo se enfermara y tuvieras que llevarlo de urgencia al médico, pero querías ir a ver a tu amigo que se va para otro país y darle tu despedida… ¿Será que dejarías de lado tu compromiso como padre que ahora requiere llevar rápido al niño a la clínica, por irte a ver con tu amigo que es lo que has estado deseando por días? Sé que no.
Nuestros compromisos muchas veces nos llevan a renunciar a cosas que solíamos hacer, a morir a deseos que antes podíamos satisfacer sin problema, porque sólo de esta manera puede funcionar.
Si antes eras un hombre que estaba con muchas mujeres al tiempo, pues ahora deberás cambiar cuando ya te has casado, o por lo menos deberás dejarle tus deseos claros a tu pareja y finalmente llegar a una decisión conjunta sobre lo que se hará.
Recuerda que justamente por eso decidiste comprometerte, porque te hacía feliz cumplir con ese compromiso, así requiriera dejar cosas de lado, es tu compromiso por el cual vives, luchas y renuncias a lo que sea.
Si renunciar te hace sentir muy mal y te hace sentir que perdiste la identidad que te ha caracterizado… Perfecto, entonces NUNCA te comprometas.
Ahora las preguntas que te puedes hacer son las siguientes: ¿A qué has renunciado para llevar a cabo tus compromisos satisfactoriamente?, ¿Cómo te has sentido dejando de lado cosas que a lo mejor te gustaba hacer, para dedicarte sin reservas a cumplir con tu compromiso?, ¿Qué sientes al saber que ya no existen excusas ni justificaciones para dejar de actuar por tu compromiso?
La vida es maravillosa cuando realmente vivimos como soñamos vivir, cuando nos hemos dado la libertad de escoger qué hacer y qué no hacer.
Y el compromiso, sin duda es uno de los más grandes requisitos que necesitas llevar presente en tu vida para lograr lo que te propongas.
Recuerda que estos tres pilares, no son pasos que debes seguir, no está primero uno que el otro… En este artículos los he numerado para que lo entiendas mejor, pero no quiere decir que un pilar sea más importante que otro.
Estos pilares en conjunto, sostienen un verdadero Compromiso. No vale cumplir con uno o dos pilares, si dejas el último de lado; porque así, seguirías siendo tan sólo un involucrado.
O los tres pilares están en tu vida como cimientos de tus compromisos, o te sigues pasando los años involucrado y como “actor de relleno” de los éxitos de otros. Piénsalo 😉